Clara Martínez Malagelada es la directora de “Dies de festa”, un corto cuya sinopsis dice así: “Voy cada verano al pueblo de mi infancia, Sitges, a trabajar como estatua viviente. Allí, en el paseo, vestida de Mary Poppins, veo a mi familia pasar. Son Fiestas Mayores. Hace años que no hablo con ellos.”

De por sí, estas líneas ya nos llamaban la atención y nos generaban interés. Hemos hablado con Clara tras su paso por el Festival de Cine Documental Alcances, donde ha recibido una mención especial del jurado.

Aquí está el resultado de nuestra conversación.

 

Infocortos: ¿Cómo surgió la idea de hacer este cortometraje?

Clara Martínez: Surgió todo en mi escuela de cine, la ECAM. Estaba teniendo una clase de cine documental donde una de las tareas era proponer una idea a lo largo del curso que tuviera que ver con algo familiar. Yo hacía tiempo que estaba trabajando de estatua en el paseo de Sitges y me gustaba mucho todo ese mundo…, pero claro, eso no tenía nada de familiar. Luego surgió casi de forma real, porque mi familia es de allí, veranea allí, y yo cuando estoy allí haciendo de Mary Poppins en el paseo coincido con una parte de mi familia, con la que ya he dejado de tener contacto. Así que me vino todo un poco de golpe. Propuse la idea y tiré adelante.

 

I.: ¿Pensaste desde el principio que sería un corto? Porque roza casi el mediometraje.

C.M.: La verdad es que yo pensaba que iba a ser un mediometraje, aunque tampoco sabía la duración que iba a tener porque no me gusta imponer nada. Lo rodé y cuando empecé a ver lo rodado y lo que daba de sí, pensé que podría estar sobre los cuarenta y pico minutos. Pero la propia peli fue cogiendo su propia duración. De todas formas yo me hubiera quedado con lo que hubiera durado, si lo necesitara la película. Al final fueron 29 minutos.

 

I.: La película es un hecho real de tu propia experiencia y, por momentos, es bastante dolorosa para ti, por lo que se aprecia en pantalla.

C.M.: Efectivamente, es un hecho real. Sucedía mientras se rodaba. Y sí, fue muy personal, nunca me había expuesto así.

 

 

I.: Mención especial del jurado en el Festival de Cine Documental Alcances, ¿cómo has recibido la noticia?

C.M.: Si te digo que me eché a llorar, no te miento… Muy contenta, porque además era el segundo festival donde se proyectaba el corto. Yo tengo mucha confianza en mi película, pero si encima hay alguien que la ve y la quiere premiar, pues todavía más ilusión y todavía más satisfacción. Al fin y al cabo, esta película no está hecha para mí solamente. Me gusta que haya una relación con las personas que la ven y si hay alguien a quien le ha gustado pues fíjate qué maravilla. Después de estar cuatro días en el festival, que me habían hablado muy bien, y donde he pasado cuatro días estupendos viendo películas fantásticas y conociendo directores muy interesantes y que, además, el jurado al que yo admiraba, que le hayan dado una mención, ya te digo, me salió la lágrima al conocer la noticia.

 

I.: ¿Cómo se gesta un documental así? ¿Te fuiste encontrando situaciones? ¿Las provocaste…?

C.M.: Pues mira…, yo tenía al equipo un poco desconcertado, yo creo… porque todo lo tenía un poco en mi cabeza, un plan de rodaje y cosas que sabía que iba a rodar, pero lo fui combinando. Hay cosas que ya estaban planteadas antes de rodar y, además, se nota en la peli. Ves cosas que están muy pensadas y otras cosas que no. A nivel de planos y composición, por ejemplo, todo estaba ya hablado. Pero luego, yo me había hecho un esquemita con cosas que quería, sitios donde quería estar, sitios a los que quería ir y que iba a ser la primera vez que volvía después de mucho tiempo… Por ejemplo, yo no había ido al solar en el que aparezco saltando el muro, que es uno de los sitios donde fui en rodaje sin saber muy bien qué pasaría. Y que finalmente acabé saltando esa pared para entrar en mi casa. En ese momento no estaba dirigiendo, estaba viviendo, pero tenía un equipo muy bueno que sabía qué sacar de ahí. Y así surgen muchas cosas que te van marcando la peli y te indican por dónde ir.

 

I.: Personalmente me resulta muy chocante la soledad, como estatua y persona, entre la multitud.

C.M.: Para mí era un poco el lema de la película. Todo el mundo está de fiesta menos yo. Porque así es como me sentía yo en esas fiestas mayores en los últimos años. Está todo el mundo de fiesta, todo el mundo se divierte, pero yo tengo este conflicto que tengo que resolver entre fuegos artificiales, entre luces, colores…, y ahí estoy yo con esta carga.

 

I.: Un final muy abierto a la interpretación.

C.M.: Ahí, cada uno lo interpreta a su manera y eso me encanta. Abogo por un cine así. Me gusta ver las películas y no saber por dónde tengo que ir, me gusta tener que interpretar la peli y no saber cuál es exactamente la conclusión. Entonces me gustó mucho generar esa sensación. Gente que piensa que es un final tremendamente triste porque ella se va de allí y prácticamente la destierran, o, por lo contrario, que es un final esperanzador, donde ella lo ha superado o ha encontrado respuestas y se va a pesar de la sensación de bofetada en la cara. Hay varias lecturas. Y a mí eso me encanta. Mi lectura personal me la quedo para mí, para el momento que viví y cuando se montó la peli. Que no es lo mismo a veces, la viví de una manera ese momento pero luego en montaje también intentas retratar lo que sientes en ese momento, que a veces es un año después. Se convierte en algo que tiene muchos significados y yo creo que eso es bueno.

Enlace externo al trailer del cortometraje aquí.

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